miércoles, 27 de febrero de 2019

Capítulo XII ¡Al final solo quedan cicatrices! [Fanfic]

Capítulo XII ¡Al final solo quedan cicatrices!

[3:00 AM del 27 de diciembre]
Donde quedo tu valor, tan seguro de ti, lo perdiste, por más de 20 minutos has estado pensando que una simple llamada no traerá ninguna consecuencia, de todos modos piensas, somos amigos, que no, unos viejos amigos, y el que me haya preocupado por ella, es normal, no, no puedo decirle eso, porque no es verdad, que diré, porque no puedo simplemente decirle que la extraño, como dirías tú, al toro por los cuernos, si no lo hago ahora, con que pretexto puedo llamarte, podría decir que no encuentro a Genie, pero y si eso te lastima, porque no me has escrito diciendo que paso esos días después de mi partida, en fin, es momento de la verdad, la cruel verdad.

La operadora te pregunta destino de su llamada, con un ligero tartamudeo dices México komawo, los segundos no podrían pasar más lentamente hasta convertirse en unos minutos, la operadora te indica que no contestan, con un poco de malestar y tristeza le pides que intente nuevamente en unos cinco minutos y te comunique si no es mucha molestia.

A lo lejos escuchó el sonido del teléfono pero es poco factible que me pueda levantar casi no puedo abrir los ojos, mucho menos podría distinguir donde quedo el teléfono, recuerdo que Genie estuvo conmigo, también mi jefe me trajo un poco de caldo de pollo para mejorar mi estado, y después de eso, tomé esa ricura de pastilla y me hundí en un sueño profundo, por eso mi duda, está sonando a estas horas el teléfono, medio despierta tallo mis ojos y veo nuevamente ese número, en la pantalla de mi identificador de llamadas, veo, y no doy crédito, esa llamada es internacional, el único podría ser...

Hyun Joong ssi, eres tú, mi voz ya se escucha más agripada, así que contestas al fin, nona, estás bien?


-oOo-

Después de todo lo ocurrido, sabes que si existen los finales felices, que las almas gemelas siempre se encuentran, pero sobre todos los males, las dudas, los temores, los celos, la inseguridad, prevalece la confianza y el amor, sobre todo el amor, lo que hace que al final sólo queden cicatrices, que con el bálsamo de sus besos y la paciencia y espera de que aún te amaba, se curarían.

Por favor, nuna, dime como te encuentras, estás bien, en tu voz se escucha algo más que preocupación, sin embargo, considero que estás así porque es seguro que Genie, exagero las cosas con mi resfriado, pero a tal grado, que te hizo llamarme a tan temprana hora de la madrugada.

Estoy bien oppa, no te preocupes con esa voz constipada te contestó, estaba durmiendo que hora es, casi las 4 de la mañana, oppa acaso tu no duermes, o es cierto, lo había olvidado, estás en Corea, que hora es allá, casi las 6 de la tarde no es así, comienzas a reírte como no lo habías hecho en mucho tiempo, es así nona, pero de verdad te encuentras bien, al parecer te encuentras bastante resfriada, y en ese momento escuchas a lo lejos una voz, ¿qué haces hablando a estas horas? cuelga ese teléfono, aún no te encuentras bien, tu reacción no es para menos, ya que la voz que escuchas es de un hombre, así que muy a tu pesar, sientes que todo por tu tardanza has perdido a la chica que conmovió tu corazón la que dijo claro que es posible, "Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única", y te hizo reflexionar, como puedes tener pensamientos tan sinceros y lindos, y así entregar tu corazón, aún a sabiendas que te lo pueden romper, como puedes seguir luchando porque para alguien que no existes, te haces necesaria como el aire, y piensas y ahora que estás dentro de mi piel, que te has vuelto como mi droga, no puedo dejar de pensar en ti, dices que el amor es simple, sencillo y puro, entonces, entonces, porque siento que ya te perdí, tan sólo debería decirte tell me what you feel about me.

Escuchó en silencio como tu voz se quiebra al decir, descansa nona, te llamaré mañana, y en ese mismo instante, antes de poder decirte algo, sólo escuchó el bip de la línea.

Con algo más que coraje tomó una de las almohadas y te la aviento, Oscar sabes con quien hablaba en estos momentos y se te ocurre entrar, te me quedas mirando con una expresión divertida y dices, claro de seguro fue tu oppa Yongie, no es así, por eso estás tan sonrojada, me descubriste tonto, no sé si reír o llorar, pero el hecho de que mi mejor amigo estuviera conmigo ese día, lo hizo más fácil, preparaste té, y mientras te sentabas en la orilla de la cama, me dices, es seguro que eso te mejoro el ánimo mírate, estás más despierta, así que el príncipe azul, te llamó, como en reproche y algo molesto me miras diciendo no te emociones mi muy querida amiga, la última vez que vi es fulgor en tu mirada, a las pocas semanas, estabas como un pájaro herido, recuerda, al final solo quedan cicatrices.

No pude de menos pensar que tan ciertas eran sus palabras, después de despedirnos en el aeropuerto, me sentí tan triste que pensé que no podría vivir sin él, el simple hecho de haber compartido algunos días en mi departamento, lo habían hecho tan real, como si hubiéramos sido una pareja, pero eso en ningún momento pasó, la verdad, a regañadientes invité a Genie, a estar con nosotros, así que esa linda historia de amor, la olvidé casi por completo y trate de juntarlos lo más que pude, aunque debo decir que Genie, tenía muchos más recursos para conquistar a un chico que yo.

Genie, era la chica perfecta, para el chico perfecto, le gustaba tanto la música como a ti, incluso había tomado algunas clases de música para poder hablar contigo, el futbol tanto como a mi nos gustaba pero yo era más la típica aficionada que fan, su coreano mucho más fluido que el mío, su figura de hecho era una envidia para mí, decir que me sentía como el patito feo a su lado no era ninguna mentira.

De hecho pensar en juntar a esos dos, no me dolía tanto por fuera, porque vaya que era una terca y mi corazón se estaba destrozando por dentro, al pensar que sería ella y no yo, la que ahora estuviera en tus pensamientos, siendo así debía soportarlo.

Tu llamada no sólo fue algo que me alegro, cualquiera diría que era la medicina que necesitaba, me desperté a las 9:00 de la mañana y me sentía completamente nueva, no sé que locos sueños debí tener, pero el hecho es que esta mañana sonreí como cuando has hecho una maldad, mis ojos brillaban y aunque eran los últimos días del año, me sentí de nuevo una chiquilla de 17 años, esperando al príncipe azul, ese que blandiendo su espada, llegaba a salvarte de la torre de la bruja, vaya que tontería, pero si así me sentía, incluso mi resfriado había mejorado, me di un buen baño, y puse algo de música, nuevamente se escuchaba como cantaba bajo la regadera, no sé si llevaba el ritmo pero me encontraba muy feliz, tanto así que había decidido ir a trabajar, dicho de esa manera, termine de vestirme y salí por un café y me dirigí a la oficina.

Mientras yo hacía todo esto, Yongie, por su lado, estaba esperando el final del día, por más que se esforzaba en aparentar total calma, no podía, en su mente volvía a recordar ese breve momento en que escucho mis palabras diciendo: "Hyun Joong ssi, eres tú", para después querer explotar por esas palabras, no cualquiera hubiera soportado que la chica que le guste este con otro hombre y el hecho de que lo que habías escuchado en ese tono de orden, "¿qué haces hablando a estas horas? cuelga ese teléfono", no ayudaba mucho, aún así, pensabas que de todos modos, en algún momento tendrías la oportunidad de conocer a tu rival, y preferías por el momento pensar que no te dejarías robar a esa única chica que había hecho que el cielo y el infierno los vivieras día a día, aún cuando miraras el firmamento lleno de estrellas pensando que tal vez, ella lo estaría mirando como tú.

Sin darte cuenta, alguien te miraba extrañado nuevamente, desde que había pasado por ti para ir al ensayo Young Saeng, se dio cuenta que estabas raro, mucho más extraño y distraído que de costumbre, Hyung, es hora de irnos, ¿qué te pasa? porque estás así, te has dado cuenta que en todo el tiempo del ensayo, te has estado equivocando haciendo que el manager se enojé, aunque por lo visto no te ha dicho nada, y aún cuando lo hubiera hecho, no sé si lo hubieras escuchado, Hyung que te pasa, dime acaso no confías en tu hermano, porque de nuevo parece que tu fantasma ha aparecido, mirada fulminante por parte de Yongie, es la que recibe Young Saeng, ya que ese simple hecho lo molesta y lo fastidia por un momento, no tanto por pensar en ella de nuevo, si no por el hecho de que la cicatriz que pensó que se había cerrado, y la herida que quedaba se había abierto nuevamente.

No podía ser de otra manera, te encontrabas nuevamente perdido y confundido como hacía ya 6 meses que habías regresado, sólo un día más y el año terminaría, en un mes y medio sería el concierto, y aunque te encontrabas bloqueado para terminar la canción, algo de repente llego a tu mente, que con una sonrisa maliciosa te hizo levantarte tan rápido que por un momento te hubieras resbalado con la toalla que pisabas y al parecer era tan inexistente como tu interlocutor que aún delante de ti, seguía esperando una respuesta, lo miraste directo a los ojos y le dijiste una mala idea, es lo que me ha llegado en estos momentos una mala idea.

Oh si mi querida nuna, veremos quien sigue atrapado en el pasado, quien aún tiene cicatrices por ese tiempo juntos, no lo ves, pero al igual que yo aún lo sientes, no me dejaré vencer, esta vez, aunque pienses que somos extraños, y el amor no tenga nada que ver, estarás aquí y por fin, veremos quien gana la guerra.

Adelanto del Capítulo Trece: "La luna representa a mi corazón".
Acabo de recordar, es cierto, siempre quisiste ir a ese lugar, te encontraré allí, puedo escuchar que me dices, no crees que la Luna está en todo su esplendor, con todas esas estrellas no crees que es muy romántico, aunque las únicas estrellas que yo veo, están en tus ojos, ¿donde estás? ¿porque teniendo tanto mi corazón está tan vacío? ¿no pudiste marcharte? ¿quiero estar donde el sueño se termine y se haga realidad? ¿cómo un ángel has tocado mi corazón?

Por dios, que seas tú, mi corazón no podría soportar que seas una ilusión, lentamente me acercó a tocar tu hombro, porque tiemblo, voltea por favor y dime que me amas, suplico en silencio, oh Genie, mientras te abrazo como si fuera lo último que haría, doy por fin un suspiro de alivio...

0  :

Publicar un comentario

Responderé a tu comentario a la mayor brevedad posible.
Gracias