jueves, 14 de marzo de 2019

Capítulo VIII Siendo romántico [Fanfic]

Capítulo VIII Siendo romántico
Capítulo VIII Siendo romántico.

—Apenas había logrado dormir en toda la noche, el amanecer lo había sorprendido ordenando su habitación y preguntándose de que manera debía comportarse con ella cuando llegará el momento, el torneo sería en dos semanas, así que por el momento se comportaría tan frío como pudiera, a final de cuentas lo más importante era el torneo.

—Me desperté realmente agotada, Kimwoo había terminado por ayudarme a preparar de comer, jugamos jenga y salimos a dar una vuelta al parque que quedaba cerca, me preguntó la hora mirando el reloj le dije 18:45, justo cuando llegamos a una banca y nos sentamos, mientras veíamos pasar a los niños rumbo a los juegos, tomó mi mano y dijo viendo hacia el frente —eres la primer chica que me pone nervioso y tranquilo, se que es muy pronto para decirte esto pero quiero que comencemos a salir, quiero saber si tengo una oportunidad de que me llegues a querer, si tendremos una historia juntos, quiero que lo pienses detenidamente, pero sobre todo quiero ser el único hombre en tu vida, confía en mí, por favor.

—Yoona se encontraba bastante emocionada pues Kyu le había declarado sus sentimientos.

—Eran casi las seis de la tarde, cuando en el parque unos niños jugaban frente a una banca, Yoona es muy bonita pensaba Kyu, hace unos días no dejaba de pensar que ella era mi tipo de chica ideal y sin más le dije ¿quieres ser mi novia? no había emoción en mis palabras y mi expresión no era precisamente la de un chico enamorado, estaba pensando con la cabeza y no con el corazón.

Kyu se levanto y le extendió la mano a su novia, ella le regalo la mejor de sus sonrisas, pero ni eso ni el suave contacto de sus manos tuvo el efecto deseado, sintió que le faltaba el aire.

—Kimwoo después de dejar a Hajoon en la puerta de su casa y darle un pequeño y furtivo beso en la mejilla, se fue con una sonrisa y una cara de enamorado tarareando una dulce tonada.

—Cerca del parque había un pequeño puesto, cuando Yoona y Kyu pasaron por allí, ella sujetando su mano lo arrastró entonces, lo vio brillando, un dije con unos corazones entrelazados, pensó que en ella luciría genial, porque hasta ese momento pensaba en darle algo.

—Mientras caminaba de regreso a casa Kimwoo iba sumido en sus pensamientos los cuales eran de lo más infantiles su valor venció a la timidez y le dio un pequeño beso en la mejilla se sentía como un chico de 15 años iba dando pequeños saltos por la calle y al llegar casi al final de la misma vio un pequeño puesto y se acerco y entonces sus ojos lo encontraron un dije con corazones entrelazados pensó que en su chica se vería realmente bien pero era una mala suerte que no llevará suficiente dinero se dio un pequeño golpe en la cabeza y pensó mañana lo compraré.

Minutos más tarde ajumma me da ese dije, una dulce voz con una mirada enamorada le decía con tanto entusiasmo que la señora le sonrió y lo puso en una pequeña bolsa de terciopelo rosa al ir caminando se dio cuenta de que por ella estaba siendo un tonto enamorado.

Se dijo a sí mismo, sin pensar te compré algo especial.

—Sentada frente a la ventana Hajoon abrazaba su cojín favorito, pensaba en todo lo que le había pasado desde ya hace 4 meses, como fue que conoció a Kyu, se hicieron amigos, como sin querer empezó a darse cuenta de que sentía algo por él, pero como también acepto ser su confidente y ayudarlo a conquistar a Yoona, el corazón le dolió un poco más al recordar la escena de la tarde, ella le dijo oppa y Kyu estaba avergonzado, lanzó un suspiro, y pensó en los dos chicos que habían puesto su mundo de cabeza, uno le expresaba lo que sentía sin temor a ser rechazado, el otro su amigo, no podía ni siquiera decirle que le gustaba puesto que sólo la veía como a una hermana, para su mala suerte de ella, tomó entre sus manos, la taza de té que se había preparado, aspiro su olor y empezó a llorar, su corazón se quebraba al pensar que a partir del siguiente día, tendría que olvidar que sentía algo por Kyu y debía aprender a querer a Kimwoo.

Su tristeza fue acompañada de una pequeña lluvia que al compás de sus lágrimas y el tintineo de las gotas en la ventana, le ayudó a guardar muy en el fondo de su corazón todos esos recuerdos que tenía junto a Kyu, la lucha de pulgares, cuando tropezaron y lo manchó de café, la ida al parque y jugar en los columpios, el pastel de los 100 días, y ese breve momento en que estuvieron a punto de besarse, la foto que tenía entre sus manos, mientras Kyu la abrazaba y de sus ojos salían corazones, todo eso lo iba a conservar como lo mejor de su tiempo juntos.

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